24 de February de 2022

La película titulada “Sorry” dura sólo 1 min. y 58 seg. y ganó el Oscar

Oscar al mejor cortometraje 2020, “Sorry” con apenas un minuto 58 segundos de duración, “Sorry” es un film que sacude y estremece, porque en esos pocos inmensos segundos, se evidencia que pensar en los demás hace la diferencia; que no alcanza la etiqueta de ser humano, si no actuamos como humanos. Las impactantes secuencias del film recuerdan tantas, otras, de la cotidianidad que denigran la condición humana.

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Sin embargo, su mensaje es profundo, tenemos que aprender no sólo a tener el papel de un ser humano, sino a ”SER HUMANOS”.

La palabra «Overload” que aparece en el elevador significa: «POR ENCIMA DE LA CAPACIDAD » (de carga), y en nosotros, las personas, representa: la ACTITUD, el COMPROMISO, el DEBER, la CONTRIBUCIÓN y la EMPATÍA.

Es decir, el ascensor no se mueve, no sube, por el individualismo y el derecho que cada uno *cree tener*.  Algo que en la actualidad nos refleja como sociedad. 

Alguien se cree con más derechos que los demás y perjudica al grupo, haciendo que la persona con más sentido humano tenga que tomar una decisión, sin que nadie diga nada. 

”NO SÓLO ES EL EGOÍSMO ES LA INACCIÓN DEL GRUPO, LO QUE MÁS RESALTA EN ESTE CORTOMETRAJE”.

LA HISTORIA

Un centro comercial como escenario social, un ascensor con su capacidad a limite que se está cerrando como primer plano y, un adolescente ensimismado en su celular que al constatar que la puerta se está cerrando, se abalanza interponiéndose a la acción mecánica de cerrarse, se filtra como último usuario, pero la puerta ya no se cierra y el ascensor no arranca y se activa overload (por encima de la capacidad) y la alarma suena insistentemente, el adolescente aparentando concentración en su celular “se hace el desentendido”, el resto de pasajeros también se desentienden y cada uno, a su manera, expresa su premura, pero nadie hace nada y los segundos pasan y el ambiente se vuelve angustiante, hasta que una niña con muletas asume un primer plano e inicia, desde el fondo, sus pasos para abandonar el lugar. Todos disimulan, ella muy lentamente deja el elevador, overload desaparece, la alarma se silencia, la puerta se cierra y, la niña de las muletas vuelve la vista al ascensor y en su mirada de satisfacción, se expresa una actitud humana.

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